Calor insufrible con el sol golpeando de lleno en esta corrida al medio día en Dax. Y cómo lo notaron los toreros. Trajes empapados en sudor, botellas de agua que no dejaban de abrirse... Pero por encima de todo, toreo. Que hubo mucho y bueno. Como el de Julián López “El Juli”, que atacó desde el principio con la gran faena realizada al primer toro de la corrida. Un animal con muchas querencias al que Julián López “El Juli” trató con placentera maestría. Ya el toreo a la verónica fue enorme, pero fue en la faena de muleta, sobre todo en la parte final de la obra, donde Julián logró poner al público el pie. Faena grande pero diferente, marcada por el juego del toro, que se encontró una y otra vez con el trapo rojo del torero. El Juli estuvo a punto de sufrir un percance por esas marcadas querencias, pero sin embargo aprovechó eso para endilgar cuatro circulares invertidos fantásticos, sobre todo el tercero, eterno. Las dos orejas.

El cuarto fue complicado y El Juli estuvo perfecto, sacando con maestría y valor muletazos que parecían muy difíciles que pudiera lograr. Aunque fue igual de importante, o más incluso que la anterior, la faena no llegó con fuerza al público que, eso sí, siempre respetuoso, le ovacionó con fuerza.

Fotos: André Viard y Mauricio Berhó

Prensa