El decepcionante juego de la corrida de Domingo Hernández imposibilitó el triunfo de la terna en corrida de enorme expectación en Málaga. El Juli solo pudo brillar con su primero, que apuntó maneras hasta que se rajó desesperadamente nada más comenzar la faena de muleta. Permitió eso sí que Julián brillara con el capote, especialmente en el quite, donde, como en Ciudad Real, presentó un quite tremendo, una especie de cordobina convertida en chicuelina invertida. El quinto toro no tuvo nada para llegar al tendido.