“El segundo fue un toro con buenas hechuras. Bajo. Estrecho de sienes que salió manseando igual que el anterior, dándose la vuelta al revés y queriéndose ir. En el caballo, hizo sonar el estribo. En banderillas, resultó muy complicado y cortando. El Juli lo sobó dándole celo para que no se vaya. El toro no se fue pero pasó siempre soltando la cara demasiado. Sin emoción. Sin clase. Y pasó porque le dejó la muleta. No le apretó nunca con la izquierda, lo toreó con los vuelos, pero el toro sigue haciendo lo mismo. No se aburrió pese a ello El Juli y, después de sobarlo y sobarlo, comenzó a ligar pases corrigiendo en parte ese defecto y otros del toro. Toques precisos y largos muletazos. Una faena de torero convencido y a más, porque con este toro nadie da espectáculo. Estocada trasera. Sonó un aviso, porque no dobló el toro, necesitó de dos descabellos. Grandiosa ovación. Pierde una oreja de peso.
Colorado bajo y abierto de cara, el quinto prometió el galope que no tuvo. Al contrario. No tuvo inercia y le costó seguir la muleta en una faena, donde El Juli tiró de él una y mil veces para que la siguiera. Desde el toque fuerte, hasta la mano baja, fue la medicina buena por los dos pitones. El final del muletazo tuvo escasa entrega y costó ligarle, pero El Juli lo logró. Toro deslucido y poco agradecido al que el de Velilla realizó una faena notable. Pero la espada hizo guardia y perdió otra oreja. Sonó un primer aviso y dejó la estocada entera. Hizo gestos de no salir a saludar la ovación por esa mala colocación de la espada. Ovación”. Mundotoro.
Salamanca. Domingo 16 de septiembre de 2018. Feria de la Virgen de la Vega. Lleno. Toros de Garcigrande y uno de Domingo Hernández (4º), el tercero fue premiado con la vuelta al ruedo.
Enrique Ponce (de hueso y oro) oreja y ovación; El Juli (de marino y oro) ovación y palmas; Roca Rey (de gris plomo y plata) dos orejas y dos orejas.
Foto: Isma Sánchez
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