“Imperial en la Ciudad Imperial. Julián López ‘El Juli’ tiró de galones y cortó esta tarde tres orejas en el tradicional festejo del Corpus de Toledo. Hondo y con mucho más cuajo que sus hermanos, el sexto fue toro definido desde la salida. Buenas verónicas de El Juli, que repitió después en un cadencioso quite por el mismo palo. Tuvo fijeza, prontitud, inercias y mucha transmisión, aunque le faltó entrega en el final del muletazo al toro de la Familia Lozano y el madrileño lo cuajó a placer. Mayúsculo fue el inicio de faena a pies juntos sin enmendarse en más de una docena de muletazos por alto. Atornilladas las zapatillas al albero.

Después, hubo toreo de mano baja, corriendo la mano por ambos pitones en tandas largas de seis, siete muletazos. Variedad y vistosidad en los remates. Destacó una tanda al natural, que ligó con el afarolado y dos de pecho. Sin movilidad, se fueron las inercias y también la emoción del toro, pero aún dio tiempo para un final, por ayudados por alto, acompasando la embestida, y rematado por bajo, de cartel. La estocada, tan certera como fulminante. Dos orejas.

Colorado girón y astifino desde la mazorca, aunque estrecho de sienes, bajo y de lomo recto, el segundo salió con pies. Algo suelto, lo recogió El Juli para enjaretarle un buen ramillete de verónicas. Empujó de bravo en el caballo, metiendo los riñones fijo en un puyazo largo. Julián, inteligente, comenzó por bajo con doblones para someter la pujanza del toro. Después construyó una faena basada en el pitón derecho, basada en la economía de movimientos, firme y con mando. Una tanda más al natural, con el toro ya más aplomado, antes de dejar la espada algo desprendida, pero de efecto fulminante, que puso la primera oreja de la tarde en su mano”. Ismael del Prado (Mundotoro).

“Por delantales saludó Juli al segundo del festejo, un animal girón, con 533 kilos, bajo y largo. Por chicuelinas fue el quite de López tras un fuerte puyazo, viniéndose muy abajo el animal cuando tomó la franela. Eso hizo tirar de distancias cortas a Juli por la falta de poder y transmisión de su oponente. Ahí fue donde conectó el torero con un tendido que finalmente le premió con una oreja tras una estocada trasera pero efectiva. A pies juntos fue el inicio de la faena de Juli al sexto, toro que fue rompiendo en su muleta conforme fue componiendo tandas de conexión el torero. Decidió que los medios sería el sitio de torear al de Alcurrucén a pesar del viento imperante, y ahí le sopló especialmente a diestras tandas que fueron toda una explosión en el tendido. Con menos transmisión el toro a zurdas, lo llevó también embebido al natural Juli. Por circulares exprimió a su oponente el torero en el final de faena, rematando por ayudados por alto y matando de estocada arriba y paseando dos orejas”. Por JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO (Cultoro).