"Una de El Juli a un toro que salió de celo escaso, que abrió plaza , fue puro májelo del torero. Sabiendo del buen embroque del toro, de escasa emoción oí muy noble, manejó tiempos y tandas leyendo a la contra que tiene en esta plaza. A la que protestaban. Aprestaba el toro por abajo para respuesta unánime de la plaza. Inteligente el torero". CRV (Mundotoro).

"Incierto de salida fue el abreplaza, un «Poeta» de Domingo Hernández que acudió dos veces al caballo de Salvador Núñez, la segunda al relance. En banderillas, destacó labor de Álvaro Montes y «El Pilo», que clavaron en la cara y con exposición. En el inicio de faena, Julián lo sacó a los medios por doblones, ensenándole el camino al de Domingo Hernández. Fue allí donde más se creció el animal, se destaparon sus virtudes, entre las que sobresalieron la clase y la humillación. Julián lo fue cuajando, primero le dio sitio y espacio, el animal repetía en las telas y el madrileño lo enganchaba para llevarlo en largo. Lo toreó muy relajado, le tocó con mucha suavidad para adornarse en los remates con torería en las primeras tandas por el derecho. Por el izquierdo le bajó más la mano, lo exigió incluso más, respondiendo el astado charro con mucha calidad. Le fue dando los tiempos justos en una faena que fue in cresdendo y terminó al natural, tirando de él y templándolo, a placer con unos toques suaves y un mando que no fue excesivo, era el que requería el colorado animal. Se fue a por la espada y cobró un estoconazo arriba con el que el animal tardó en rodar. Tuvo que usar el verduguillo. Oreja". Javier Espada (Cultoro).

"Era El Juli en estado puro". Rosario Pérez (ABC).

"Desde el 2 de mayo, en aquel festival organizado por la Comunidad de Madrid para reabrir la Monumental, no había vuelto El Juli a la capital. Como aquel día el madrileño demostró que quiere ser el protagonista de esta temporada de rencuentro de Las Ventas". Rodrigo Carrasco (La Razón). 

"El Juli desplegó toda su ciencia ante el primero de Garcigrande, frenado y probón en los primeros tercios, que se entregó a la experiencia acumulada de la figura madrileña. Todo preciso, los exigentes doblones hasta los soberbios carteles de toros por abajo del final. Al principio perdiendo pasos, después quedándose y volcándose sobre la embestida. Faena de mando, entrega, exactitud e inteligencia". Gonzalo I. Bienvenida (El Mundo).

Fotos: Plaza de Las Ventas y Cultoro.