“Cuando todo parecía cumplido, apareció el ‘Mesías’ de la tarde: Julián López ‘El Juli’. Una faena de sapiencia técnica en alturas y espacio, en saber tirar y aflojar de la cuerda del dominio para dar sin quitar en pro de una embestida que respondió con entrega y buen fondo al exquisito trato. 25 años de alternativa y una historia aún a falta de escribir en Sevilla, para un Julián López ‘El Juli’ que vuelve a sumar una nueva cuenta a su sinfín de rosarios de triunfos en tierras del Guadalquivir”. Mundotoro.
“JL lo interpretó perfecto desde los doblones genuflexos y sólo un desarme -al pisarle la muleta sobre la izquierda- fue interferencia menor. Precisamente al natural alcanzó Juli la cumbre, ligadisímo el toreo y la hondura del trazo. Desprendió peso y plomada toda la faena ante las repeticiones encastadas, y raza a borbotones por las partes contendientes: la de la máxima figura durante un cuarto de siglo y un toro con visos de salvador. La última tanda de redondos con la muleta a rastras -el denominador común de la obra- lanzó el clímax perseguido. La estocada, muy trasera, casi entera y rinconera, no fue el colofón ideal para las dos orejas, pero la gente se había quitado la losa de encima, desatando su entusiasmo frustrado hasta el momento. El Juli se agarró a los trofeos con la felicidad de su enésima conquista en esta su plaza talismán. O viceversa: 43 orejas con estas dos y siete Puertas del Príncipe así lo certifican”. Zabala de la Serna (El Mundo).
“Dicen que no hay quinto malo, y así fue. Tuvimos que esperar a este capítulo de la tarde para ver una faena redonda en La Maestranza. Este ejemplar de Cuvillo fue un animal, un puntito más alto que sus hermanos, un toro que se deslizó en el capote de Julián, el cual vio desde el principio la condición del toro. Le buscó las vueltas llevándolo al caballo, siempre empapándolo de capote y tirando de él suavemente. En su turno aprovecharía Andrés para dejar lances capote a la espalda que gustaron mucho a la parroquia sevillana. Aprovechó desde el inicio El Juli las inercias de un toro que fue siempre a más. Se la dejó puesta en la cara y no dejó pensar a un astado con fijeza y disparo. Julián sabía que había que llevar enganchada y pulseada su encastada embestida, y así lo hizo. Las primeras tandas fueron cortas para apretarlo más conforme avanzaba su labor. Por el izquierdo, el animal colocó la cara de una forma excepcional, dibujando el madrileño naturales al ralentí. Sevilla era en ese momento un hervidero. Jugó con las alturas, le apretó en el momento exacto a un Cuvillo que sacó gran fondo. Por el lado derecho también humilló el ejemplar gaditano, llevándolo cosido y muy por abajo a la pañosa. Una faena que sin ser rotunda de principio a fin si fue intensa”. Pablo López Rioboo (Cultoro).
Sevilla. Domingo, 9 de abril de 2023. Real Maestranza de Caballería. Primera de abono. Corrida de toros en el día de Domingo de Resurrección. Lleno de “no hay billetes”. Toros de Núñez del Cuvillo, el cuarto como sobrero.
Morante de la Puebla (de grana y oro) silencio en ambos; El Juli (de gris y oro) silencio y dos orejas; y Roca Rey (de blanco y plata) silencio en ambos.
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